domingo, 20 de enero de 2013

Para.

Con fuerza han de halar mi cuerpo pasos atrás
Es que el silencio corrompe sentidos
y en su corazón enjuto ya no cabe lamento alguno. No precisa de ellos, todos se vuelcan, porque le ofuscan, le alteran, le complican la existencia, así nos cuenta él.

Y yo qué opino al respecto ....... Siento que cada día corres con más avidez, con tanta fuerza que raspas tus pies con el suelo, y no permites que alguien te siga el paso. Para, te digo que pares, no huyas.
Ofuscadoras son las sombras que te acompañan, y las cuencas cóncavas de tus ojos se magnifican cuando paras, cuando paras y me dejas apreciar los segundos que te cobran la vida, ésa a la que tanto le temes y de la que tanto huyes. Intentas huir de tu todo. Todo es vida y no conoces más; te daría miedo, aunque también curiosidad. Pero los curiosos no suelen ser valientes. Y el pernicioso oficio tuyo de aferrarte a alguien, a quien se deje, sea o no sea el correcto, te va a carcomer el poco espacio que te permites en pueriles sentimientos ..... Y sí, aquí está la lealtad esperándole, mi greñas. Aquí, donde no se le deja escapar, y donde una se pone irascible a la simple mención de tu nombre. Porque esto es más. Esto es consumirse, curtirse en adicciones que matan, lentamente....
Me trae en ascuas la mano invisible que con aire socarrón trata desalentarte haciéndote ver la magnitud y dureza con la que actuaste a inicios de diciembre, vengándote y traicionado a lo que más te quiere....
Porque es posible que el amanecer traiga consigo una rayita de luz; de razón... Una verdad infinita que no se pueda doblegar con falsos ni con largas....

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