jueves, 11 de octubre de 2012

Nada.

Ya no sé ni qué pasa. Hoy traté de ser el perro, pero simplemente terminé siendo el foco central del odio general, y lo peor, entre mis amigos.
No sé qué puedo ser, no puedo ser la oveja porque no quiero y no puedo, soy oveja pero no pienso como una.
No puedo ser perro porque no es mi naturaleza, es como ver a los patos con las escopetas.
No puedo ser ovejero. No puedo ser nada, soy todo y soy nada. La maldita melancolía, la maldita tristeza, malditos atrofiadores del sentido común, maldita naturaleza y la ley del más fuerte. Siento como me apago, siento como cuelgo la toalla, siento que no hay camino que seguir ni estrella que perseguir. No hay nada.

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