sábado, 15 de septiembre de 2012

15 de septiembre. Feliz año nuevo.

propósitos de año nuevo

Se preguntarán  por qué nombré esta entrada así. Pues es simple. Para mí, éste es mi año nuevo.
Le tengo fé al 15 de septiembre, le he tenido fé desde hace tres años.
Hace tres años, enloquecí. Difamé a un profesor, le creé una reputación digna de un maldito enfermo. Todo el mundo creyó lo que, de manera anónima, publiqué; que era un violador, un pervertido, y siendo un profesor muy llevado en una escuela de niñas, todos creyeron aquello que se esparció en el viento más rápido que el polvo, que la brisa; a la velocidad de la luz.
Me sentía realizada. por qué? Sinceramente no fue por haberle fregado un tanto la vida, fue por el poder. Sí, el poder, sentía que mi voz tenía fuerza, que era tan grande que nunca se disiparía, que nunca sería inerte. Sentí que pude cambiar los juicios de otros, de manipularlos, de que me siguieran. Dirán que es estúpido, y puede que lo sea, pero así me sentí.
Más tarde, me arrepentí. Fue muy tarde, pero todo lo anterior, carece de razón, y aunque trasciende, sólo deja a la vista la frialdad con la que una persona puede actuar al sentir el poder, al sentirse "él que las puede todas".
Sentí que me dejé corromper por banalidades, por actos superfluos y más que nada, crueles. Mi efímera felicidad se debió a la inherente huella que dejé en él.
No creo que se haya olvidado de lo que le hice. Sí creo que me profese rencor.
En fin, gracias a mi papá, salí, lo mejor parada que se podía. Me expulsaron, pero para que no quedará en record de esto, simplemente quedó como un simple cambio de institución.
Llegué a mi nueva escuela un 15 de septiembre, un excelente día. Me sentí acoplada a mi nuevo ambiente y todo prometía. Como una ola de agua fresca, vino a mí esta oportunidad, Y aunque temerosa, pude desenvolverme con bastante soltura. Es por éso que hice de mis 15 de septiembre un día para rendir culto, un día en el cual depositaría toda mi fé: porque me trajo la quietud y redención.
También ésto es algo estúpido, pero es más estúpido no tener motivos, al menos los tengo.
Pero, el día de hoy, lo llamo mi año nuevo, por lo hechos que acontecieron el día de ayer, 14 de septiembre. Me quebré bajo lo efectos del alcohol, durante una fiesta que terminó siendo un fiasco.
Todo lo que guardaba con recelo, salió a flote. Una vez que empecé a hablar, salieron todos mis fantasmas y empezaron los reclamos.
Vomité, reí, tambaleé, lloré, etc. Ya saben, malacopa.
Fue muy estúpido, sabía que pasaría, es más, lo esperaba con ansias, quería decirlo, y aproveché la situación, PATÉTICO.
Por éso, hoy quiero cambiar, quiero dejar de ser como soy, dejar atrás todo lo que he venido arrastrando, y nunca, NUNCA callarme nada. No me gusta ser violenta, no me gusta tener miedo, guardar con recelo mis pensamientos más sinceros. Esa personas va a dejar de ser. Será otra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario